«Un asesino en serie, detenido por la comisaria
Battaglia hace veintisiete años, consigue escapar del módulo de alta seguridad
de la cárcel en la que está preso. Sin embargo, tras diez días de fuga, él
mismo se vuelve a entregar a la policía porque teme ser el blanco de otro
peligroso criminal que quiere reproducir los antiguos y macabros escenarios de
sus asesinatos.
Para desvelar nuevos detalles sobre sus crímenes e información sobre su misterioso imitador, solo está dispuesto a hablar con Teresa Battaglia.
Teresa debe interpretar las enigmáticas pistas que este deja tras de sí: unas refinadas piezas de mosaicos que construye con trozos de huesos humanos, al tiempo que intenta reconectar con la persona que fue hace casi tres décadas, aquella mujer brillante, atrapada en una turbulenta relación conyugal, que se convirtió en una pionera cazadora de asesinos en serie y en la primera especialista en perfiles criminales de la policía italiana.»
¡Hola bonicas! Hoy os traigo la reseña de la tercera entrega (publicada en España) de la saga de Teresa Battaglia. Hace tiempo que leí el primer libro Flores sobre el infierno, gracias a mi madre, que me lo recomendó, así que cuando anunciaron la traducción de esta entrega, no pude dejarla pasar.
Como os acabo de decir esta es la “tercera” entrega de la saga protagonizada por Teresa Battaglia, pero debéis saber que la tercera parte no se publicó en España, por lo que aunque este libro sea el tercero en español, en realidad es el cuarto de la saga. Es importante tener esto en cuenta ya que a pesar de que este volumen se puede leer sin haber leído el anterior, hay ciertas partes de la historia que descolocan durante la lectura ya que no se acaba de entender la relación existente entre ciertos personajes, a causa de ese “vacío editorial”.
La premisa con la que inicia la novela me enganchó desde la primera página. Un asesino en serie encarcelado hace 27 años, logra escapar de su módulo pero a los pocos días de su fuga decide entregarse. Aunque vuelve a la cárcel, deja claro que solo hablará con la inspectora que logró detenerle, que no es otra que nuestra Teresa Battaglia. ¿Qué es lo que la quiere contar? ¿Por qué a ella? ¿Qué los une? ¿Qué lo lleva a volver cuando tiene la libertad al alcance de sus manos? Todas estas dudas se plantean desde un inicio, bañadas por un halo de misterio que te envuelve irremediablemente.
Poco a poco vamos descubriendo detalles de la historia del asesino, pero también de la propia Teresa y sus compañeros, especialmente de ella y de cómo ha llegado hasta ahí ya que la novela va alternando pasado y presente, otorgando una visión global de los acontecimientos que unieron irremediablemente sus vidas.
La novela está llena de intriga y suspense, eso es indiscutible, pero conforme iba avanzando sentía que iba perdiendo poco a poco el interés por la historia. El principal problema, como ya he comentado, creo que fue el perderme en ciertas partes de la trama a causa de la falta de cierta información que entiendo que se contaría en la anterior entrega, la cual se decidió no publicar. Sumado a esto, creo que esta parte se pierde un poco entre tanta descripción, lo cual hasta ahora no me había molestado, al contrario, pero siento que algunas veces la autora estaba rellenando los capítulos sin necesidad.
La narración resulta fluida gracias a sus capítulos cortos y a los cambios temporales que nos van llevando de un lado a otro evitando estancarse. A pesar de que la novela vaya dando saltos, la trabajada estructura hace que las tres subtramas se entrelacen de forma coherente, dando sentido a toda la historia. Algo que me gustó es que la autora haya decidido otorgar un mayor protagonismo a la propia Teresa, tratando de mostrarnos su parte más personal. Esto hace que podamos ver esa parte con la que lleva cargando desde hace años y que sin duda ha marcado su comportamiento y su forma de ser.