«Una mujer.
Una decisión.
Nueve vidas posibles.
Rose Napolitano nunca ha querido ser madre. De hecho, cuando comenzó a salir con Luke dejaron claro que jamás tendrían hijos. Pero ahora él los desea y la sociedad la presiona, así que su matrimonio empieza a tambalearse.
¿Ser
o no ser madre? Esta pregunta abre nueve caminos.
Nueve vidas en las que Rose
descubre una versión distinta de sí misma.»
¡Hola bonicas! Hace cosa de un mes me llegó la nota de prensa con la última novedad de Grijalbo. Al principio no me llamó demasiado la atención pero fue leer la sinopsis y sentir que debía darle una oportunidad. Creo que cualquier mujer de en torno a los 30 que se cuestione (para bien o para mal) el tema de la maternidad, se sentiría intrigada. Eso fue lo que me hizo leerlo y es lo que en cierta medida ha contribuido a que lo disfrutase tanto.
Rose es una mujer que desde bien joven supo que la maternidad no iba con ella. Desde el principio decidió ser sincera con su entorno, sobre todo con su pareja, y a priori todos parecían respetar su decisión. El problema es que conforme avanzaban los años, esa decisión empezó a verse cuestionada, llevándola a cuestionarse sus propios principios. Así es como surgen las diferentes vidas que podrían darse para Rose. Nueve decisiones. Nueve vidas distintas.
Estamos ante una novela poliédrica en la que vamos descubriendo diversas caras de una misma realidad, las cuales van surgiendo en función de las diferentes decisiones que Rose decide tomar a raíz de una discusión matrimonial por culpa de un frasco de pastillas prenatales. Luke quiere tener hijos. Rose no. Simple pero terriblemente complicado.
Una trama valiente y controvertida que suscita un debate social difícil de abordar. Y es que aunque parezca algo aceptado, el que hoy en día, una mujer decida no ser madre, aun se ve como algo negativo. Somos muchas las mujeres que al aproximarnos a la treintena sentimos esa presión silenciosa y sibilina que ejercen sobre nosotras bajo el paraguas del reloj biológico y el, “se te va a pasar el arroz”. Como sociedad seguimos sumidos, muchas veces de manera inconscientes, en ese “como mujer tienes que querer ser madre” porque “si no eres madre, eres una mala mujer”.
A través de una narración ágil y cuidada, la autora plasma este tema sobre las páginas mediante un claro efecto mariposa, haciéndonos reflexionar en cada una de las nueve vidas que nos presenta. Cada decisión, cada elección, va conformando nuestra vida y nuestra personalidad.
Conforme avanzaba por las diferentes vidas de Rose, iba viéndome reflejada a mí y a muchas mujeres de mi entorno, y eso es lo que hace que la novela realmente merezca la pena. Con una narración poderosa da voz a muchas mujeres y su realidad. Sin juicios ni reproches pues cada una debería ser libre de poder elegir sobre su propia vida.
Por desgracia dentro de tanta luz suele esconderse alguna sombra y es que a lo largo de la novela tuve dos problemas. Por un lado, los cambios de vida se daban en ocasiones de manera abrupta lo que me sacaba un poco de la novela al perderme en la línea temporal. Por otro lado sentí que el final no iba en consonancia con el resto de la novela y su mensaje. No creo que sea un mal final pero podría haberse enfocado de otra manera, porque aunque entiendo el mensaje que pretende lanzar la autora, creo que Rose se merecía algo más.
