«Becca Price se ha rendido. A sus 17 años, solo es capaz de sentir alivio deslizando una cuchilla sobre su piel. Tras un intento de suicidio, su madre decide internarla en un psiquiátrico de Londres, en contra de su voluntad. Por suerte, no estará sola. Anna, su compañera de cuarto, es descarada y decidida, aunque los límites que le impone su mente son más férreos que las paredes del psiquiátrico. Elizabeth prefiere ocultar su cuerpo para que nadie pueda decirle lo que su reflejo le repite cada día. Gus vive obsesionado con la idea de poder ser contagiado por todo tipo de gérmenes. Y Alec esconde un océano embravecido tras sus ojos azules.
Aquel lugar, una prisión para ella al principio, pronto se transformará en lo más parecido a un hogar que ha tenido nunca. Martha, psicóloga del centro, buscará encontrar la causa de esa tristeza que lleva años consumiéndola, aunque Becca no se lo pondrá fácil. Sus demonios, siempre presentes, solo le ofrecen un descanso cuando la música los aleja.
Descubrirán la importancia de perdonar y perdonarse, además de aprender que siempre podrán volver a caer, pero nunca romperse.»
¡Buenas noches, gente bonica! Jamás reseño novelas que ha ganado en algún sorteo. No me gusta que se pueda pensar que ese libro me ha tocado a mí por tongo, porque así tendría una reseña, cosa que si le hubiese tocado a cualquier otra persona sin blog, no hubiese obtenido. Por eso nunca reseño libros que he ganado. Hasta este momento. Os prometo que mi intención cuando Carolina me dijo que había ganado el sorteo de un ejemplar de su novela, era leerlo y fin. Pero cuando acabé el libro tuve claro que merecía la pena saltarse las normas. La historia de Becca merece un espacio en mi pequeño rincón porque quiero que la conozcáis y que al menos os penséis darle una oportunidad. Esta segunda obra de la autora es una historia tan humilde y sincera, y está tan llena de cosas bonitas, que la devoré en dos días y me dejó con muy buenas sensaciones.
Carolina es una vieja conocida del blog ya que hace un año colaboré con ella, reseñando La venganza del piromante. Era su primera novela pero ya dije que creía que iba a ser una autora a tener en cuenta, si pulía ciertos aspectos. Y vaya si lo ha conseguido. Ambas novelas no tienen casi nada en común ya que la primera era una novela de fantasía mientras que Un acorde menor es una novela juvenil que se adentra en el complejo y estereotipado mundo de los trastornos mentales. La primera me gustó, pero sin duda, con esta segunda he visto una evolución increíble, aun cuando el tema es mucho más delicado. Algo que sin duda, hay que valorar.
Cuando leí la sinopsis pensaba que quizás me encontraría con la típica novela juvenil en la que alguno de los protagonistas tiene una enfermedad mental, como si de un accesorio de tratase, para darle cierta profundidad a la trama. Por suerte, Carolina huye de este cliché convirtiéndolos en el eje central que guía toda la novela. Esta es la historia de cinco adolescentes que se encuentran encerrados en un psiquiátrico. Gracias a Becca, vamos conociendo los diversos trastornos que sufre cada uno de ellos, desde un punto de vista neutral, ya que es ella quien nos va mostrando cada trastorno, de una forma respetuosa pero sin florituras. Lo que me gusta es que cada trastorno es importante, pero no relevante. Forma parte de cada uno en ese preciso momento, pero no determina lo que es, por ello cada personaje es quien es, y no lo que su trastorno representa.
De forma objetiva, trata de hacernos ver la importancia del universo de la salud mental, de los profesionales, pero también de lo importante que es huir de los estigmas sociales que hoy en día están asociados a estas enfermedades. Además habla sin rodeos de temas como la depresión, el suicidio o la ansiedad, en primera persona, haciendo que el lector pueda comprender, aunque solo sea un poco, la realidad que viven muchas personas, y que a menudo estigmatizamos, llegando incluso a huir de ellas por miedo. Yo he trabajado con personas con enfermedades mentales, en especial, esquizofrenia y bipolaridad. Por eso creo que esta novela me ha tocado un poquito más de cerca ya que muchas de las cosas que Becca aprende dentro del psiquiátrico, yo las aprendí de forma similar (desde el otro lado) y me ha encantado poder ver reflejado precisamente eso.
Con un lenguaje ameno y natural consigue crear una narración ágil que te lleva al final del libro sin apenas darte cuenta, siendo este su punto fuerte. Es cierto que incluye escenas duras y que la realidad que se ve no es una a la que estamos acostumbrados, pero Carolina lo hace de la mejor manera posible, con respeto pero sin dobleces. Es una novela real, cargada de mensajes positivos y de enseñanzas bonitas, a pesar de la dureza de la trama. Además sus personajes contribuyen a que esto sea así, ya que todos tienen sus luces y sus sombras. Todos se caer cuando ya piensan que se han levantado del todo, y eso es lo que hace que la trama y ellos mismos, sean reales.
Un acorde menor es una
novela que os recomiendo leer. Con una trama dura pero tratada con suma
delicadeza, la autora nos adentra en el mundo de la salud mental, gracias a
unos personajes muy bien construidos y a una narración amena y ágil. Además es una novela que se lee un suspiro así que razón de más para darle una oportunidad.
Como lo recomiendas, voy a buscarlo ♥
ResponderEliminar¡Hola cielo!
ResponderEliminarEste tipo de libros suelen darme reparo, no puedo con las situaciones duras, pero la verdad que pinta muy bien así que tal vez me anime a leerlo, muchas gracias por la recomendación^^
Un abrazo <3