QUE NO PANDA EL CÚNICO de Patricia Hervías

jueves, 31 de marzo de 2016



Esta es la historia de cómo se le complica la vida (hasta el infinito y más allá) a una treintañera en un entorno hostil. Para empezar, nuestra protagonista, que nunca ha roto un plato, toma la decisión de mudarse a la trepidante Barcelona siguiendo a su exitoso novio… novio que la abandona sin previo aviso rumbo a Dubái.  

Del desconcierto inicial surgen un montón de episodios, a cual más divertido y disparatado, en los que nuestra chica tiene que poner en juego su instinto de supervivencia, su capacidad de salir adelante y, ¿por qué no?, una mala leche y unas ganas de pasárselo bien que se convertirán en sus herramientas de supervivencia, por no hablar de los alocados personajes (desde la anciana vecina hasta el pakistaní de la esquina, o los frikis del trabajo) que se transformarán en sus nuevos amigos. 


Hoy traigo una novela sencilla pero entretenida que acabo de terminar hace un ratin y que me ha hecho pasar un rato divertido. De Patricia Hervías ya había leído su novela “Te enamoraste de mi sin saber que era yo” la cual me gustó bastante, así que cuando vi que había publicado esta, decide sumergirme en ella.

La protagonista y narradora principal es Ángela, una joven vallisoletana que se muda a Barcelona para seguir a su novio Pedro Luis que se ha mudado allí por trabajo, pero que cuando llega se encuentra con que este se ha ido a Dubái. Sola y perdida en la ciudad condal se refugia en parte en sus nuevos compañeros de trabajo, aunque la parezcan de otro planeta. Por otra parte está Josep, el atractivo vecino de enfrente, que a su vez es gran amigo de uno de los campaneros de trabajo de Ángela, quien les presenta en un festival de música. Entre estos dos surge una atracción inmediata, pero esta no sabe si debe dejarse llevar o esperar a su novio y serle fiel hasta que sepa como están las cosas entre ellos.

Decir que Ángela es torpe es quedarse cortísima, porque a la pobre muchacha no la pasan más cosas porque el libro no dura 100 páginas más. Como dicen en el libro “se la han tenido que cruzar 100 gatos negros”. Esta faceta es sin duda la que aporta casi toda la diversión al libro y la que hace que empatices con ella por la penita que te da. Por otro lado, Josep me parece un encanto de hombretón, tierno y atento, del que te encariñas nada más leer sobre él.

Para ser un libro cortito, la autora ha sido capaz de perfilar a los personajes, y es que, aunque existen tres protagonistas principales, los personajes secundarios aportan mucho al desarrollo de la historia y contribuyen a que el lector se divierta bastante, y es que están como cabras todos. Aunque he de decir que muchos de los diálogos que se desarrollan en la oficina con los compañeros de Ángela me han parecido muy forzados y surrealistas, quizá suprimirles o modificarles habría sido un acierto.

La historia de amor no surge nada más comenzar y es bastante natural al principio así que no se hace nada pesada ni empalagosa. El fallo quizá es que el final de la historia queda demasiado pomposo y surrealista en comparación con la evolución que había llevado.



En mi opinión Que no panda el cúnico es una historia muy ligera que se lee en un suspiro y que tiene una narrativa muy fresca. Una buena elección si lo que necesitas es un libro con una historia sencilla y divertida para pasar una tarde entretenida si no sabes que leer o no quieres sumergirte en historias largas y tediosas. Además seguro que se te escapa alguna que otra carcajada.

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