SEIS DE CUERVOS - Leigh Bardugo

«Ketterdam: Un desbordante foco de comercio internacional donde todo se puede conseguir por el precio adecuado, como bien sabe el prodigio criminal Kaz Brekker.

A Kaz le acaban de ofrecer la oportunidad de llevar a cabo un gran robo, un arriesgado golpe que podría hacerle más rico de lo que se jamás se ha atrevido a imaginar en sus sueños más salvajes. Pero no podrá llevarlo a cabo por sí solo: tendrá que reclutar a un peculiar equipo formado por un convicto, una espía, un pistolero, una Grisha, un ladrón y un fugitivo.

Aunque ellos no lo saben, llegado el momento los miembros del grupo de Kaz serán los únicos capaces de salvar el mundo de la aniquilación total. Bueno, lo serán si no se matan entre ellos primero.» 



¡Buenos tardes de Domingo bonicxs! Hoy os traigo la reseña de una novela que seguro que más de la mitad de vosotros habéis leído hace un tiempo, pero ya sabéis que yo suelo ser de las que van a contracorriente, y si una novela está a la orden del día, yo la dejo para más adelante, para cuando el hype mundial ha bajado. Realmente cuando se anunció la publicación de esta novela, sentí muchísimas ganas de hacerme con ella, pero en cuanto empecé a ver las redes inundadas de opiniones, fotos y comentarios sobre el libro, decidí que era mejor dejarlo pasar porque cada vez que me sumerjo en una novela y existe ese hype a mi alrededor, acabo por no disfrutar tanto como esperaba. Así que pasó el tiempo y me olvidé de ella hasta que una tarde estaba con mi chico en una tienda friki y maravillosa que hay en Burgos y vimos esa portada, esa preciosa edición, esas páginas negras. Se me debió de caer la baba porque cuando quise darme cuenta, me lo había regalado mi novio y yo iba tan contenta como un niño con zapatos nuevos. Os adelanto que he disfrutado un montón de la novela aunque cierto es que no me ha volado la cabeza ni se ha convertido en mi novela favorita (lo aviso porque es lo que más he leído por diversas reseñas). Pero vamos a lo importante, a lo que me ha parecido. 

Con leer la sinopsis ya nos podemos hacer una pequeña idea de lo que nos vamos a encontrar a lo largo de las más de 500 páginas que componen esta novela, pero no os voy a adelantar nada más porque la historia va mucho más allá. Aunque a primera vista pueda parecer que es una novela de fantasía y ciencia ficción en la cual un grupo de delincuentes van a realizar una simple misión, lo que se va a ir creando va mucho más allá. La trama que se va desarrollando a lo largo de la novela me resultó muy atractiva desde el primer momento. Sin apenas darte cuenta te encuentras sumergido en la historia de todos los personajes y quieres saber qué es lo que va a ocurrir. 

Al comenzar con la lectura tuve un pequeño problema ya que no había leído la trilogía Grisha anteriormente por lo que me costó un poco entrar en el mundo que crea la autora, y no solo en la parte de la ambientación como tal, sino también en los diferentes tipos de Grisha que existen. Por suerte la autora hace un trabajo realmente maravilloso ya que logra ambientar la trama en todo momento, incluyendo bastantes descripciones, no solo de Ravka, Ketterdam o Fjerda, sino también de sus habitantes. Aunque esto pueda parecer tedioso de leer, nada más lejos de la realidad, ya que lo hace de una manera tan natural que apenas te das cuenta de todas las descripciones que hay.  Además incluye mapas y son…¡MARAVILLOSOS! 

La novela está estructurada por capítulos y cada uno está enfocado a uno de los personajes, a pesar de que la narración es en tercera persona. El hecho de hacer capítulos alternos centrándose en cómo se desarrolla el viaje y la misión para cada uno de los 6 personajes protagonistas, pero sin variar la voz narradora, creo que es todo un acierto ya que logra dar una continuidad brutal a la novela. Esta novela tiene muchos datos e historias interconectadas pero al mantener el estilo narrativo, el lector no pierde el hilo, pero tampoco deja de conocer el punto de vista de cada personaje en las diferentes situaciones a las que van a tener que hacen frente. 

Los personajes son sin duda el punto fuerte de la novela. Nos encontramos con seis personajes principales, aunque bien es cierto que hay dos que van a sobresalir por encima del resto, que son Kat e Inej. El trabajo que hace con los personajes es impecable, ya que todos están muy bien estructurados y tienen una personalidad muy marcada, lo que nos permite entenderlos mejor y conectar más con ellos. Lo único que debo reconocer que no me gustó en relación a los personajes es que a pesar de ser adolescentes como se dice por la edad, la forma de expresarse y las actitudes que demuestran cada uno de ellos, no acabaron de cuadrarme demasiado. Me parecieron excesivamente maduros, y en mi mente me los imaginaba bastante más mayores. 

En definitiva, Seis de cuervos es una novela que nos adentra en un universo maravilloso gracias a sus descripciones. Una lectura adictiva que consigue enganchar desde las primeras páginas y que cuenta con unos personajes que te mantendrán pegado a sus páginas.