YLANDRA: TIEMPO DE OSADIA – Roberto Navarro

«Es época de cambios en la República de Ylandra y la quietud de una calma tensa se quiebra ante los brotes de conspiraciones, vendetas y traiciones. Las elecciones a gobernador se convierte en escenario de la rebelión de los sometidos anirios. Un alzamiento alentado por un misterioso asesino de terratenientes conocido como el Inferus.

La Escuela, que instruye a jóvenes con dones extraordinarios, ve peligrar su hegemonía. La premonición de sus maestros anuncia su propia destrucción, mientras el Estado del Norte abre viejas heridas al mantener la ocupación de un territorio que no les pertenece.

Los susurros de una profecía olvidada se extienden por una fortaleza oculta, donde la prohibida Orden de Addai decide acudir a sus enemigos para evitar el destino de Ylandra. El maestro Aleyn Somerset, señalado como traidor y al que todos dan por muerto, será su esperanza.

No hay lugar para la cobardía. Es tiempo de ser osados.»

¡Hola bonicas! Espero que el mes vaya lo mejor posible. En mi caso si me seguís por Instagram ya sabréis que no está siendo el caso por culpa de mi salud. Esa es la principal razón por la que he estado más desaparecida que de costumbre y por la que también he tardado más de lo que me hubiese gustado en traeros la reseña de esta última colaboración. Hace un mes que Roberto Navarro me presentó la posibilidad de leer y reseñar su novela Ylandra: tiempo de Osadia. Según leí la sinopsis tuve claro que quería darle una oportunidad y tanto fue así que a los pocos días de llegarme el ejemplar, decidí ponerme con su historia.

Juego político, rebeliones, conspiraciones, magia, alquimia, una escuela, una orden extinta, un justiciero misterioso y un genocida no tan malo. De verdad que a simple vista tenía todos los ingredientes necesarios para enganchar. Y dicho y hecho ya que en cuanto empecé con la novela, ya no quise soltarla.

Esta es la primera parte de una saga de fantasía grimdark que estará compuesta por seis libros. Eso hace que esta primera entrega pueda parecer introductoria en su inicio, pero si estáis habituados al género o a leer sagas tipo Juego de tronos o autores como Abercombie, sabréis valorar el potencial que tiene el autor y la novela en sí.

Tratar de definir el libro como una única trama sería un gran error ya que la novela la conforman un conjunto de subtramas que se van sucediendo de forma simultánea y paralela. Cada capítulo nos hace viajar hasta un rincón de la república de la mano de un personaje diferente. A priori nada guarda relación entre sí, pero conforme avanzas por las páginas te vas dando cuenta de que cada historia forma parte de un todo que en algún momento acabará interconectando todas las tramas. Es cierto que en esta primera parte se empiezan a vislumbrar algunos hilos que se entrelazan pero aún queda mucho para poder conocer la esencia real de la historia.

Algo que me encantó es que lejos de parecer una introducción, esta primera parte es más bien una declaración de intenciones. El autor tiene claro lo que quiere contar y controla cada detalle de la historia y de las diversas tramas que se van sucediendo. Hace que todas funcionen, otorgándolas la coherencia necesaria y equilibrando el peso de cada una de ellas. Esa destreza a la hora de construir la base de la novela es lo que hace que el libro funcione ya que nada sobresale por encima de lo demás, lo cual suele ser uno de los errores más comunes en este tipo de géneros.

Lógicamente hay tramas que por sí mismas resultan más llamativas como ocurre con La Escuela, la magia y el papel de los maestros, o el misterio en torno a la figura de Aleyn. Es inevitable. De hecho ambas fueron con las que más disfruté y las que más ganas me dejaron de avanzar. Pero eso no hace que el resto de tramas queden desdibujadas, sino que el autor juega con el misterio en torno a ellas y les da mayor profundidad con nuevas tramas llenas de suspense.

A nivel narrativo me resultó una novela muy ágil y amena a pesar de su extensión. Esto era lo que más respeto me daba ya que a priori cabría esperar una novela densa, pero nada más lejos de la realidad ya que gracias a sus capítulos cortos y al continuo cambio de narrador, la novela tiene una fluidez asombrosa que hace que deambules de un lado a otro sin enterarte. Además aunque hay un gran trabajo de ambientación, el autor es muy sutil a la hora de presentarnos cada rincón haciendo que no resulte nada pesado.

Los personajes son otro punto a favor ya que son complejos y muy diferentes entre sí, lo que hace que la historia gane en profundidad. Cada uno tiene un rol bastante marcado dentro de la historia, lo que hace que sea fácil situarles dentro de la misma, pero a su vez, se puede observar una evolución conforme avanzan las páginas, creando un dinamismo muy interesante. A nivel personal me quedo con Siara y Mara porque creo que son las que mayor potencial tienen. Ambas son leales, pasionales y no se amedrentan a la hora de defender lo que creen que es justo.

Me dejo demasiadas cosas en el tintero pero creo que “Ylandra: Tiempo de osadía” es el típico libro en el que lo mejor es dejarse llevar e ir descubriendo cada detalle por uno mismo. Si os gustan las novelas ágiles y amenas llenas de personajes, tramas interesantes y en continuo movimiento, os recomiendo darle una oportunidad. Sin duda, yo se la daré al resto de la saga.