ABRIÓ LOS OJOS – ABE

«¿Hasta dónde somos capaces de llegar cuando todo se complica? ¿Hasta qué punto puede transformar esta sociedad a las personas? 

Lucía, una joven empleada del BKS Bank, se ve inesperadamente despedida. Entonces Sandra, su mejor amiga, le ofrece un puesto poco convencional en el club donde trabaja, el Luna Llena; un lugar en el que podría ganar bastante dinero. A partir de ahí su vida cambiará radicalmente. En su camino se cruza una persona que le mostrará un mundo desconocido para ella hasta entonces, alguien a quien jamás hubiera imaginado conocer.  

El sexo, las drogas y la corrupción entran de lleno en su vida, haciéndole cuestionarse sus valores y principios.» 


¡Hola familia! Antes de nada deciros que siento muchísimo lo ausente que he estado esta semana y pico, pero por problemas familiares me ha sido imposible sacar un poco de tiempo, y la verdad tampoco tenía la cabeza para ello. Pero bueno, vuelvo rápidamente para subir una reseña que prometí que subiría a mediados de Julio así que espero que el autor pueda perdonar este pequeño retraso. Llevaba intrigada con esta bilogía un montón de tiempo. No hacía más que ver reseñas de todo tipo, opiniones muy dispares sobre ella. Y cuando ya la tenía apuntada en la lista de pendientes, Aurelio González (Abe) se puso en contacto conmigo para facilitármela, y claro, pues aquí estoy, como siempre. Os adelanto que si bien ciertas cosas de la novela no me han acabado de cuadrar o directamente no me han gustado, la opinión general que me ha dejado la bilogía es positiva (sí, ya me he leído las dos), pero vamos poco a poco.  

La historia comienza cuando Lucia, nuestra protagonista, pierde su trabajo en el banco en el que había trabajado toda la vida y decide comenzar a trabajar como bailarina en el club Luna Llena, en el que trabaja su amiga Sandra, la cual le enseñará todos los entresijos de su nuevo trabajo. Lucía enseguida se adaptará a su nuevo puesto, llegando a disfrutar realmente de él, pero pronto comenzará a vislumbrar la parte más sórdida y oscura del mundo de la noche, sumergiéndose de lleno en el mundo de la corrupción, las drogas y el dinero de la mano de Víctor Samboal. Entre ambos comienza a aparecer una atracción que no son capaces de frenar y que llevará a Lucía a involucrarse plenamente en los negocios ilícitos de Víctor y de “la familia”. 

Sin duda hay que reconocer que el autor fue muy eficaz a la hora de plantearnos la sinopsis de su historia. Al leerla te entran unas ganas inmensas de sumergirte en sus páginas porque promete una historia épica. El problema es que, si bien la novela me ha gustado, considero que no está tan a la altura de lo que nos promete la sinopsis. Es cierto que se trata la corrupción política, las drogas, y el sexo, pero creo que me ha faltado algo en esta novela. Aunque habla de la trama de corrupción en torno a la financiación ilegal de los partidos políticos, considero que se da poca importancia en esta parte a dicha trama. Y aquí es donde tiene lugar una de las críticas que mayor consenso ha reunido, y es el hecho de que tiene un exceso de sexo, total y absoluto. En mi opinión este tipo de novelas necesitan escenas de sexo, en una cantidad considerable, pero en este caso llega un momento en el que te parece tan indiscriminado que te causa rechazo, principalmente porque hace que la trama de corrupción, que para mí debe ser la que guía la historia, quede en un segundo plano tras la droga y el sexo, ya que hay sexo “encocado” por todos lados. 

A pesar de esto, la narrativa es amena y sencilla. Escrita en tercera persona, dando saltos por todos los personajes relevantes, lo que permite al lector conocer las situaciones desde la perspectiva de cada uno. Sin duda esto es una de las cosas más positivas de la novela. Por lo general el ritmo es ágil aunque hay ciertas partes en las que la narración se estanca y parece que no avanza demasiado, lo que hace que cueste mantener el hilo de la lectura, sobre todo cuando incluye escenas sexuales que sobrecargan el desarrollo ya que algunas no aportan demasiado a la trama. Por suerte el final es de los que te dejan intrigada y hacen que quieras darle una oportunidad a la continuación, la cual os adelanto, que no tiene apenas sexo en comparación, y que se centra mucho más en la trama de corrupción y la financiación ilegal. 

En cuanto a los personajes, encontramos una gran variedad, cada uno con una personalidad bien definida, haciéndoles muy diferentes entre ellos. Eso sí, ninguno son personajes de los que te encariñas o con los que empatizas, al menos en mi caso. Simplemente son personajes que te van llevando por la historia y a los que ves desenvolverse y adaptarse según la situación. Eso sí, algunos son volubles como ellos solos, lo que hizo que no acabasen de convencerme del todo. 

En definitiva, Abrió los ojos, es una novela sobre corrupción, sexo y drogas, que aunque si bien no cumplió con mis expectativas, tampoco me ha llegado a disgustar. Sin duda una novela que merece la pena dar una oportunidad si te gusta este género.